viernes, 18 de junio de 2010

Algunas variables negativas en el mejoramiento de la calidad de la educación

En el año 2007 tuve la oportunidad de participar de una iniciativa de la Secretaría Regional Ministerial de Tarapacá, orientada a desarrollar los apoyos necesarios para mejorar la calidad de trabajo en el Colegio Juan Pablo II de Alto Hospicio.

Este Colegio había venido sufriendo un constante deterioro y baja en su matrícula por encontrarse atendiendo una población escolar de muy alto riesgo social y sobre todo por el hecho de haberse ganado un estigma bastante negativo por ser el establecimiento del cual fueron víctimas numerosas estudiantes del famoso Psicópata de Alto Hospicio que estremeció a todo el país cuando fue noticia.

En una de las múltiples conversaciones que tuvimos en ese tiempo con sus autoridades, recuerdo aún muy vivamente uno de sus relatos que pienso nos puede ilustrar mucho sobre las grandes dificultades que como país debemos enfrentar y solucionar para alcanzar esta meta tan anhelada como es mejorar la calidad de la formación escolar de nuestros estudiantes.

La Inspectora General de este Colegio, del cual lamentablemente no recuerdo su nombre, nos relató un espeluznante caso con el cual pretendo ilustrar lo que me preocupa.

En pleno invierno del 2007, la Inspectora en cuestión llegó al colegio de Alto Hospicio a las 07:30 hrs. como era su costumbre. Cabe hacer notar también que por esas curiosidades climáticas de nuestro norte, Alto Hospicio posee un clima muy diferente al de Iquique a pesar de su cercanía geográfica. No es extraño que Hospicio tenga temperaturas extremadamente frías durante la noche, muy similares a la de la Pampa donde fácilmente se puede llegar a temperaturas bajo cero grados.

A esa hora de la mañana encontró a dos hermanos esperando la apertura del Colegio. El mayor no tenía más de 12 años y el menor 7. Pese a su extrañeza, les abrió las puertas de su oficina dado que a esa hora aún no llegaba nadie más y notó por sus caras que estaban pasando mucho frío.

Al empezar a conversar con ellos fue consciente del gran problema por el que estaban pasando.

La tarde del día anterior al llegar a su domicilio, los pequeños se encontraron que sus dos padres habían sido detenidos por consumo y tráfico de drogas. Y sin poder entrar a su casa y no tener a quien acudir, debieron pasar toda la noche a la intemperie, sin comida y sin abrigo.

La reacción del Colegio fué rápida y expedita. Se les atendió y derivó a Carabineros para que pudiesen ser acogidos en un hogar. Desconozco si existieron algunas otras medidas de protección, pero me imagino que a esos padres no les debe haber sido fácil recuperar sus hijos por encontrarse en un evidente estado de abandono.

Sin embargo, este relato me mueve a reflexionar respecto de cuan difícil es la tarea del país para el mejoramiento de la calidad de la educación.

¿Que tipo de aprendizajes están teniendo aquellos hijos que no están siendo debidamente atendidos por sus familias?

¿Cómo podemos esperar mejorar la calidad de los aprendizajes de estos niños en riesgo social si sabemos que un número importante de ellos no tienen satisfechas sus necesidades básicas?

Entendiendo que aquellas necesidades básicas no solamente están en la alimentación y en el abrigo, sino también en los afectos y la seguridad que da una familia bien constituída.

Es estremecedor solo el pensar la fragilidad emocional en que caen este tipo de niños que están asistiendo habitualmente a clases y más aún cuando muchos de sus profesores desconocen la realidad que están viviendo. ¿Les podemos pedir calidad a los aprendizajes de estos estudiantes?

La pregunta es ¿por donde empezamos si no hay conexión real entre la familia y la escuela?

Sería un gran avance si de parte de las autoridades educacionales partiéramos por diagnosticar y definir las condiciones socioculturales, familiares y económicas mínimas que debe reunir un niño para poder mejorar sus expectativas en el rendimiento escolar.

Un indicador de este tipo ayudaría mucho en la focalización de las iniciativas que se toman en el Ministerio de Educación.

Las Escuelas de Educación de las diferentes Universidades del país realizarían un gran aporte si focalizaran sus investigaciones hacía estos temas.

2 comentarios:

  1. Respuesta Parte 1:

    Estimado amigo:

    De que la calidad de la educación es baja…. Es baja (por no decir mala).

    De años se habla de este mal endémico, y debates interminables se han realizado tratando de buscar las causas y estrategias de solución.

    Porqué tenemos baja calidad en los resultados de las mediciones tanto nacionales e internacionales?.

    Será.

    - Por un currículo que se dice flexible pero que es inflexible.
    - Por ser un currículo poco pertinente y poco relevante.
    - Por la rutina de las prácticas docentes y metodológicas.
    - Por un sistema de evaluación de proceso que no se aplica.
    - Por continuar privilegiando el academicismo en vez del constructivismo.
    - Por la deficiente formación de los docentes.
    - Por el poco compromiso docente con su labor educadora y socializante.
    - Por las condiciones en que trabajan los docentes.
    - Por el alto ausentismo de los alumnos a clases.
    - Por la indisciplina y los problemas de Convivencia Escolar
    - Por el poco compromiso de los alumnos hacia sus aprendizajes.
    - Por los escasos estímulos intelectuales y sociales en el hogar.
    - Por la falta de motivación y proyecto de vida del discente.
    - Por la falta de oportunidades de los alumnos.

    Tal vez la baja calidad de la educación tenga que ver con estos y muchos otros factores o causas más.

    Pero… como podríamos iniciar un debate para su mejoramiento?

    Ortega y Gasset definió la educación como "la capacidad de exigirnos más, educadores y educandos". De acuerdo con esto, la calidad de la educación es la que forma un hábito razonable de autoexigencia. La búsqueda de excelencia debe ser razonable, moderada por la solidaridad con los demás, el espíritu de cooperación y el sentido común. Debe buscar solucionar problemas de la vida y comportamientos de convivencia humana, éticos y solidarios.

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  2. Amigo mío:
    Lo que Ud. me está enumerando es una lista muy larga de temas que requieren de un análisis y debate en profundidad de personas responsables que ojalá no caigan en la farandulización que los medios de comunicación provocan cuando informan pero solo desde el sensacionalismo de la noticia y nada mas.
    Es una tarea larguísima, pero pienso que muy interesante y motivante.
    Si de estas conversaciones no sale un libro, no saldrá nunca.

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